ANDES SHADOW es una video instalación del estudio de arquitectura elton_léniz y la Fundación Caserta, en exhibición entre el 28 de Mayo y el 27 de Noviembre de 2016 en la muestra internacional de arquitectura: REPORTING FROM THE FRONT, curada por Alejandro Aravena, arquitecto chileno ganador del Premio Pritzker, en La Biennale di Venezia.
Exhibición
Esta instalación de video fue realizada al terminar el verano de 2016, con tomas de aspectos de la vida cotidiana en cinco escuelas de Peñalolén (Santiago, Chile), actividades al aire libre de los alumnos de esas escuelas en la cordillera de los Andes, y tomas del primer edificio construido, de un proyecto de diecinueve, que permitirá a la Fundación Caserta realizar actividades en el Parque Likandes durante todo el año, haya lluvia o sol.
Proyecto Arquitectónico
Los arquitectos Mirene Elton y Mauricio Léniz abordan como tema la importancia de la experiencia específica del sitio por parte del usuario. Una aproximación que modela sus respuestas a encargos del sector público y privado, que superan los cien mil metros cuadrados de edificios en el norte, centro y sur de Chile.
Parque Likandes
La Fundación Caserta ha encargado este proyecto de infraestructura con la intención de ampliar el ámbito de acción y el alcance de la innovadora propuesta educativa y de servicios del Parque Likandes, que en la siguiente fase espera acoger a veinte mil personas al año, en ciento ochenta y ocho hectáreas de terreno, con cuatro mil metros cuadrados de edificación.
Acción Educativa
Ahora, estamos todos en una visita a terreno desde lejos, desde Venecia, compartiendo como William Anders nuestra admiración.
Learning from nature for how to survive marginality and urban violence
Alejandro Aravena
In the world we have been able to reduce poverty but not inequalities. Cities, despite being efficient vehicles to defeat poverty, unfortunately reflect in space, without mercy, all the inequalities of a given society. Public education is crucial for correcting inequalities; the assumption is that better education gives access to better jobs and better income may allow a family to achieve a better quality of life. But transferring knowledge and contents within the classroom is not even close to be the main purpose of a public school in an underserved periphery of a developing country. Before teaching how to read and write, a school is a canteen (a way to guarantee nutrition) and a shelter (access to drinkable water, sewage or protection from or rain that may not be guaranteed at home). But above everything a school is many times a fortress that is there in the first place to protect children against urban violence, drug dealing and other threats to physical integrity.
Elton and Léniz have been working with Caserta Foundation to use nature as a way to introduce a different notion of education into vulnerable children experience. The starting point is nature as a relief and escape from the aggressive environment that they have to bare every day of their lives. They have been exploring a redefinition of the notion of classroom so that a more direct interaction with nature can allow children to experience nature as a healing space. Basic architectural elements (roofs, walls, frames, shade, roads) are expected to create a primordial life experience in the relation between body, community and geography. It is interesting how the whole history of human settlements is reversed: cities were the safe place that protected people from a threatening nature. For too many people in the world is exactly the opposite: the city is the threat and nature may be the only way out. What Elton and Léniz are trying to do is to identify new paradigms in educational spaces so that this new notion of school can introduce, in many cases for the first time in their lives, some kind of self esteem to the children; be able to read nature, experience its beauty may be the only notion of culture that may make sense in the peripheries of the world. Some people have defined culture as what you remember after closing the book; in this case culture may be redefined as what you know before even opening one.
Habilitar la naturaleza como una sala de clases
elton_leniz
“Deambular por este pedazo de paisaje nos conmueve por su amabilidad. El cerro Likan tapa la luz del amanecer hasta que el sol se encumbra y tempera el valle. Caminamos por senderos entre espinos, cactus y otros árboles que son de aquí, desde siempre. El sonido del agua que corre entre las rocas nos acompaña. Estamos a los pies de los Andes el hecho geográfico más significativo para todos nosotros, la primera arquitectura de este territorio.
Aparentemente disgregadas, un conjunto de construcciones arquetípicas en torno a la única planicie existente constituye lo que llamamos “la Aldea”, un lugar para la comunidad transitoria del Parque. Aquí los actos cotidianos son parte del aprendizaje del clan y cada edificio tiene una función especial. En la tradición vernácula de los Andes los asentamientos se emplazan en el territorio según geometrías astrales, la piedra y la madera le dan forma y nos acercan a su historia de ruinas y olvido.
Ahora, en medio de la travesía por el Parque Likandes, los niños pueden descansar a la sombra. El aire fresco de la precordillera corre entre las tablas del Pabellón de Sombras. En esta pausa, los niños se relajan y dibujan el paisaje que los rodea, contemplan la diversidad del ecosistema, toman agua y continúan por el sendero hacia otra estación. Esta construcción, primaria y sencilla, es la primera de diecinueve edificaciones, es un prototipo para una experiencia educativa en que la naturaleza es la plataforma para el aprendizaje, en que la arquitectura revisa la manera de entender la sala de clases.”
Entregando una experiencia transformadora
Francisca Cortés Solari, President Fundación Caserta
“Una buena experiencia de aprendizaje transformador es aquella donde lo aprendido resulta vital, relevante, memorable y amplía horizontes. Ocurre aprendiendo desde el hacer, el sentir, el conocer y el trascender con otros. Queda registrada en nuestra memoria desde lo cognitivo, lo corporal, lo emocional y lo espiritual.
En Fundación Caserta creemos que las personas desarrolladas integralmente cultivan su felicidad, generan bienestar social y cuidan nuestro entorno. Desde 2003, trabajamos diseñando experiencias de aprendizaje para contribuir al desarrollo humano.
Acompañamos de manera sistémica a comunidades educativas, realizando programas para directores, docentes, estudiantes, padres y madres. Estos programas complementan la educación formal y ocurren en un profundo contacto con la naturaleza.
Buscamos un lugar en la cordillera de los Andes, un lugar de silencio, donde cada paso que se diera fuera delicado y sutil. Una montaña a la que se le rindiera homenaje, como lo hacían nuestros pueblos originarios. Anhelamos un lugar que nos cobije día y noche, todas las estaciones del año, y que invite a reconocer a la naturaleza como maestra.
Con esta inspiración, estudiamos nuestro patrimonio natural y cultural, y luego encomendamos a elton_léniz proyectar la arquitectura del Parque Likandes, un laboratorio natural al servicio de un cambio de paradigma en la educación.”